Hábitos de higiene en el aula.

Desde la escuela y en niveles de educación infantil se debe promover en los niños y las niñas la idea de que la higiene es básica no solo para la imagen personal, sino también para la salud. Siendo la higiene una costumbre que deben adquirir desde pequeños y poco a poco a través de la práctica diaria y la imitación de los mayores.

Nosotros como docentes debemos conocer la imagen que poseemos para nuestro alumnado debiendo saber por ello, que nuestros alumnos verán en nosotros un modelo a seguir e imitar, por tanto nuestro ejemplo será fundamental, es decir, si pretendemos que nuestros alumnos sean cuidadosos con su imagen personal y del espacio limpio y saludable, tendremos que realizar las mismas acciones que ellos y ellas.

Los hábitos se trabajarán a diario y en cada uno de los aspectos que rodearán la vida en la escuela. Sin embargo, hay que destacar conseguir que los niños y niñas alcancen los objetivos propuestos, debemos armarnos de paciencia, ya que los resultados del trabajo no se verán inmediatamente, sino que aparecerán a largo plazo.

Como el pensamiento de la niña y el niño están aún en desarrollo, tenemos tener en cuenta que los hábitos que pretendamos lograr sean lo más simples posibles, avanzando en dificulta progresivamente en el tiempo.

Los niños deben contar con un ambiente que esté plenamente a su disposición ya que el tiempo de permanencia en la escuela será muy amplio y la necesidad de movimiento y de autonomía irá creciendo en el paso de los años. Por ese motivo, los artículos de aseo estarán a su alcance, es decir, si queremos que nuestros alumnos se laven las manos necesitamos que el jabón y la toalla estén a su altura.

Con la práctica, los niños sabrán dónde están los objetos de higiene, añadiéndolos progresivamente a su esquema de conocimiento  e interiorizándolo como un hábito del día a día.